Carta abierta al grupo Kavrass

Cordial saludo,

HIJOS DE LA SABIDURÍA Y DE LO SUBLIME
E.          S.           D.

Hace algún tiempo tuve la magna fortuna de presenciar por vez primera el videoclip de una de sus canciones. Ese día me sentí bendecido, prosperado, privilegiado; supe de inmediato que alguna fuerza divina me había puesto allí frente al televisor, para que ustedes -mensajeros de lo etéreo-, me bañaran con la pócima de la espiritualidad y del entendimiento.

La canción que escuché lleva por título "Aqui va ve vaina". Poco me importó el evidente error ortográfico del título, pues contraer el verbo Haber con un "Ve" parece algo hecho por un chivo, o por una cabra (claro está). Esas cosas superficiales no interesan cuando el verdadero mensaje está en lo profundo.

Sonaron las primeras notas.

Primero vienen los ruidos, pensé. Claro, el coro destartalado, las voces crujientes y repugnantes; el mensaje vendrá después. Tuve paciencia.

La canción llegó al intermedio y estuve apunto de pensar que todo era un fraude, cuando sucedió lo inesperado:  Fue así:

A medida que avanzaban las notas de la canción mi cuerpo se llenaba de gozo espiritual. Y es que ¿Quién no se va a llenar de gozo viendo a unos seres descerebrados haciendo movimientos convulsionantes y en extremo ridículos?. No sé el resto de la gente, pero yo no había visto nada parecido.  Ni siquiera el gran Silvestre Dangong había logrado estremecer mi ser de tal manera. Ustedes nacieron para llenar de gozo al mundo, muchachos. La canción es perfecta para incursionar en la risoterapia. A pesar de que sólo dura 5 minutos, yo tardé aproximadamente 128 minutos muriendo de risa. Eso da un rendimiento altísimo de más del 1000% de efectividad.

Pobres juglares opacados, desde Francisco el Hombre hasta Juan Humberto Roís, todos opacados por tan magna agrupación.

De verdad, muchas gracias.

Atentamente,


Yamulemau.

Aclaración:
E.S.D. Significa: En su demencia.